Memoria necesaria

Paloma López, secretaria general de CCOO Madrid

Mencionar la cárcel de Carabanchel es evocar un sinnúmero de recuerdos, emociones y sentimientos, todos ellos ligados a la lucha de miles y miles de compañeros y compañeras que dieron lo mejor de sí mismas en la pelea contra la dictadura de Franco. La cárcel de Carabanchel es sinónimo de represión, de tortura, de persecución. No podemos olvidar que muchísima gente sufrió allí penas durísimas de privación de libertad por defender los derechos de la clase trabajadora y por reclamar democracia para un país gobernado por un tirano

Por este presidio madrileño pasaron, a su pesar, mujeres y hombres de una calidad extraordinaria. Derribarla en su totalidad, en 2008, fue un tremendo error. En toda Europa existen lugares para la memoria, para conjurar el olvido, para aprender y para comprender que hechos que avergüenzan a la humanidad entera y que ocasionaron un enorme sufrimiento no pueden volver a repetirse. Se puede enmendar el desatino de su demolición  levantando en el lugar en el que tantos años estuvo emplazada la cárcel un centro de memoria que dignifique a las víctimas de la dictadura y sirva como espacio de reflexión, pedagogía, concordia y defensa de los derechos humanos.

En estos tiempos de revisionismo histórico por parte de la derecha y de la ultraderecha para blanquear un régimen que utilizó el terror contra sus ciudadanos y ciudadanas, o, como poco,  para ofrecer una insultante visión edulcorada del franquismo, que tanto ofende a las víctimas y a sus familiares, es más importante que nunca recordar, es  más necesaria que nunca una Ley de Memoria Democrática para evitar que el fascismo se integre de manera natural en las instituciones, polarice la sociedad y degrade la democracia y la convivencia.

A quienes tanto exhiben, proclaman y demandan lealtad a España deberían saber que el mayor acto de patriotismo y de amor a una nación es el de asumir, con altura moral y rigor histórico, su pasado. Sólo así podremos avanzar en la construcción de un país del que todos y todas sintamos que formamos parte.

Entrevista: Nicolás Sartorius

“La democracia en España se la debemos, sobre todo, a la lucha de trabajadores y estudiantes”

Entrevista: Begoña San José

“La cárcel, se decía, era la universidad del obrero, pero de la obrera no”