“Siete Días en Mayo”, la película de Rosana Pastor que alerta del peligro de la “desmemoria”
La directora y actriz recuerda la masacre de los abogados de Atocha en 1977. El film, que aúna ficción y documental, se estrena este viernes 31 de enero en cines
Dirección: Luis Lombardo. Texto: Isabel García. Foto: Fran Lorente. Vídeo: Fran Lorente, Javier Barrio. Edición de vídeo: Mario Sánchez
Un cineasta italiano, David Riondino, llega a Madrid para estudiar los hechos históricos de aquella semana negra de 1977, en la que fueron tiroteados en su despacho de c/Atocha, 55 los abogados laboralistas, vinculados a CCOO, por un comando de ultraderecha. Producto del atentado fueron asesinados los abogados Luis Javier Benavides, Enrique Valdevira y Javier Sauquillo, el estudiante de Derecho Serafín Holgado y el administrativo Ángel Rodríguez Leal. Sobrevivieron al atentado la letrada Lola González, casada con Javier Sauquillo, y sus compañeros Luis Ramos, Miguel Sarabia y Alejandro Ruiz-Huerta, el único vivo actualmente. Riondino contacta aquí con una joven documentalista española. Esas dos miradas, la del hombre maduro, y la de la joven española, exploran los hechos históricos.
Esta es la sinopsis de la película.
-Rosana, las dos miradas se complementan en el análisis de los hechos….
De alguna manera eso refleja lo que sería parte de la intención de la película, que es reconciliar esas dos visiones de nuestra de nuestra vida contemporánea. La de gente que viene de una herencia, que conoce muy de cerca lo que fueron los estertores de de la dictadura de Franco y transitar hacia ese mundo que alumbró la Constitución y que nos trajo a nuestros días, que está representado de alguna manera en la figura de David Rioindino, que es el personaje italiano que viene a España a documentarse para escribir un guión y rodar una película sobre la matanza de Atocha. Y luego tenemos a una persona joven que tira de él, que le empieza a hacer propuestas. Él venía quizá con un planteamiento más cerrado de analizar el asesinato y la matanza de los abogados y ella es la que le va haciendo propuestas. ¿Oye, qué te parecería contextualizar esto con el ascenso de la extrema derecha en este país? ¿Qué te parecería que pudiéramos entrevistar a los autores de un libro sobre los mitos y cuentos de la extrema derecha? ¿Qué te parecería entrevistar a un periodista especializado en delitos de odio y a una abogada? O sea que es ella, quizás, la que tira de Rioindino para enmarcar aquellos hechos en la actualidad, en lo que está sucediendo con la extrema derecha.
Y eso que sucede en la película es lo que nos gustaría que se instalase en el espectador.
Esta historia resuena en la memoria de las generaciones que la vivieron y de algunos que vinimos después. ¿Pero cómo impacta esta historia en los jóvenes, en la gente que no sabe nada, que no vivió aquellos años? Al final, la joven es la que lleva al hombre maduro a hacer una ofrenda floral al monumento por los por los caídos en aquel despacho de abogados.
Esta historia resuena en la memoria de las generaciones que la vivieron y de algunos que vinimos después. ¿Pero cómo impacta esta historia en los jóvenes, en la gente que no sabe nada, que no vivió aquellos años? Al final, la joven es la que lleva al hombre maduro a hacer una ofrenda floral al monumento por los por los caídos en aquel despacho de abogados.
–¿Cómo vivir dentro de una película que es ficción y a la vez realidad, cómo lo vivió la Rosana Pastor que vivió también aquellos eventos dramáticos?
Esa masacre cruel contra unos abogados, para mí fue muy impactante. Cuando yo ví en mi juventud la película que dirigió Juan Antonio Bardem, “Siete días de enero”, aquella película, rodada muy poco después de los hechos reales, me impactó muchísimo. Yo tuve un sueño después de ver esa película. En mi sueño entraban unos violentos al cine. Estaba sentada en una butaca y cuando entraba el grupo de violentos se plantaban delante de la pantalla, apuntándonos con pistolas. Yo solo pensaba en huir, en saltar por encima de las butacas hacia atrás. Me desperté en shock. Y ese recuerdo lo he tenido siempre muy vivo. O sea que la matanza, aunque cuando sucedió yo era muy joven, ha estado presente en mí, en mi imaginario Y la vida ahora me ha puesto delante la oportunidad de dirigir esta película.
Es importante conocer la historia. Que los jóvenes y las jóvenes de hoy en día conozcan ésa historia, y que los que ya no son tan jóvenes la recuerden, para que quede viva en nuestra memoria y sepamos de lo que es capaz la gente cuando piensa que el otro, el diferente, el que sencillamente no piensa como tú, es una amenaza.
-¿Es posible hacer cine social hoy en España?
La cultura es un derecho fundamental de todos los seres humanos. La cultura sirve para explicarnos quiénes somos, para aliviarnos en momentos de desasosiego, para ilustrarnos sobre acontecimientos, sobre la vida, para despertar reflexiones. Es estar ahí, de alguna manera, expoliando la conciencia del espectador, a que se interrogue por el mundo en el que vive, por el mundo que la rodea. Claro que el cine social es posible. Sé que no es sencillo este cine que habla de acontecimientos, de la vida que nos rodea, y que de alguna manera intenta sembrar un interrogante en el espectador.
-La película “Siete Días en Mayo” se estrenó en un primer pase en el Auditorio Marcelino Camacho de CCOO, con la sala absolutamente llena. ¿Cómo viviste ese estreno?
He descubierto un apoyo que es fundamental como directora, he tenido siempre el apoyo de CCOO en cada duda que he tenido, en cada cuestión que he necesitado clarificar. Habéis estado a nuestro lado. Estrenar en el Marcelino Camacho, un lugar cargado de historia, impregnado de nuestro pasado y de nuestro presente, y entregar mi película al mejor público posible…es lo mejor que un cineasta puede tener. Porque era un público entregado, comprometido, se percibía el silencio en la sala. Fue muy emocionante, y esa emoción me la brindó CCOO.