Texto: Javier Barrio
Fotos y Vídeo: Fran Lorente, Javier Cantizani
Edición vídeo: Javier Barrio
Contra la agenda ultraliberal de Milei la consigna es luchar para resistir y unidad para vencer
CCOO de Madrid y CTA-T Buenos Aires firman una alianza por los derechos laborales que refuerza la lucha conjunta contra las desigualdades y la extrema derecha global
En estos tiempos de inmediatez y redes sociales, la verdad puede convertirse en algo secundario. Roberto Baradel, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-T) y referente histórico del sindicalismo argentino, lo sabe bien. Lleva años siendo objetivo de bulos y ataques en las redes. Desde acusarle falsamente de volar en primera clase hasta amenazas a él mismo y a su familia, todo en aras de uno de los principales objetivos del gobierno de Milei: destruir el sindicalismo a costa de lo que sea, para no encontrar obstáculos en su agenda neoliberal.
¿Cómo lleva esa presión de los bulos y las mentiras para desacreditarle?
Es una presión difícil, fundamentalmente cuando van a lo personal y se extiende a lo familiar. Uno ya sabe, y está preparado a enfrentarlo por defender los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Nos enfrentamos a diferentes poderes que precisamente quieren lo contrario, quieren quitárselos. Hay una campaña sistemática de deslegitimación del sindicalismo en general, y en particular de los dirigentes sindicales que levantamos la voz y no nos pueden callar. A mí me señaló el ex presidente Mauricio Macri en la Asamblea Legislativa, fue algo muy fuerte; y ahora, Milei me señala y nos señala como colectivo al que hay que derrotar y hay que destruir.
Pero dicen que con nosotros no se puede. Y en eso tienen razón. No se pueden quitar los derechos a los trabajadores, no se puede privatizar la educación pública, la salud pública, no se puede entregar la soberanía. En todo eso nosotros somos muy activos y para ellos es un problema, porque vienen con un proyecto de sostener privilegios para unos pocos y perjudicar a la mayoría del pueblo argentino.
En ese sentido tienen a su lado a los grandes medios, los medios masivos de comunicación, los medios hegemónicos tradicionales. Aunque son muy serviciales, a estos medios hegemónicos, ya ni los necesitan, porque hoy tienen el campo de las redes sociales con un poder muy grande. Y, como te decía, tratan de deslegitimar porque no quieren que podamos defender los derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
En algunas declaraciones ha asegurado que el triunfo de Javier Milei en gran medida se ha debido a que las relaciones laborales en Argentina han cambiado en las últimas décadas. No es que Milei haya ganado por arte de magia. ¿Qué ha significado ese cambio en las relaciones laborales? ¿Qué ha pasado?
Nosotros tuvimos una crisis muy grande en el año 2001, todos lo recuerdan en Argentina, y hubo revueltas. Lamentablemente hubo muchos muertos en aquellas protestas. Y un presidente que se tuvo que ir en ese momento, De la Rúa. La Argentina pasó en muy poco tiempo por varios presidentes por la crisis institucional que se dio en ese momento. Y después, en el año 2003, llega Néstor Kirchner, y después, Cristina Fernández de Kirchner.
En todos estos años se generaron muchos puestos de trabajo, muchos. Se produjo una mejora en los salarios de los trabajadores, en el salario mínimo, la más importante de toda América; también mejoró la producción industrial, hubo leyes de financiamiento educativo y financiamiento de la salud. Toda una serie de cuestiones que tienen que ver con lo que nosotros entendemos, o lo que ustedes llaman, fundamentalmente, Estado de Bienestar, un Estado social presente.
A partir de aquello hubo un enfrentamiento con sectores muy, muy poderosos, hubo una movilización muy grande de los sectores más poderosos de la Argentina, enfrentándose al gobierno. Porque en lo que no se profundizó fue en el cambio de las estructuras económicas y sociales en la Argentina y eso posibilitó que los sectores de poder lo mantuvieran fuertemente y, como resultado, se perdieron las elecciones en el año 2015 y ganó Mauricio Macri, un gobierno de derecha que quiso llevar adelante todas las contrarreformas de lo que se había hecho anteriormente.
Después de los gobiernos de Alberto Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner nosotros decíamos, en aquella campaña electoral: “miren que si gana la derecha nos quitan los derechos” y muchos compañeros nuestros nos preguntaban: “¿qué derechos?” Nos dimos cuenta de que casi el 50% de los trabajadores eran trabajadores precarios, sin derechos. Con una inflación alta- no solo a causa de la pandemia, también por una sequía muy grande que hizo perder en Argentina 20.000 millones de dólares- unida a la deuda que nos había dejado el “macrismo” y los trabajadores precarios…el resultado es que no se llegaba a fin de mes.
Tuvimos que plantearnos una autocrítica muy fuerte. Cuando hay gobiernos populares y progresistas, el problema llega cuando no hacen lo que tienen que hacer. Hay que profundizar e ir fuerte a las transformaciones. Porque entre la copia y el original, la sociedad termina eligiendo el original.
«Lo que está haciendo Milei es brutal. Despidos masivos en el estado… terribles, a miles»
Los datos del trabajo en Argentina son demoledores. Cuatro de cada diez empleados del país no tienen derechos laborales. Seis de cada diez jóvenes no están cubiertos por la normativa laboral. Y la situación empeora cada día.
Y ahora, súmale a todo eso, la cantidad de despedidos. Porque lo que tenía el gobierno anterior era que había trabajo, la tasa de desempleo era baja. Aunque una parte importante de los trabajadores estaban precarizados. Y los que no estaban precarizados, no llegaban a fin de mes a causa de la inflación. Nos faltaban los niveles salariales que teníamos allá por 2013 a 2015.
Con el gobierno Milei se ha llegado a un 25 por ciento de desempleados es tan solo un año.
En un año, sí, porque es brutal, lo que está haciendo Milei es brutal. Despidos masivos en el estado…terribles, a miles. Pero además, despidos en áreas sensibles del estado: han pretendido cerrar hospitales, están atacando muy fuerte el tema de la Universidad pública, su financiación. Organismo fundamentales como el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) que siempre ha sido muy valorado por sus investigaciones, y que necesitaban hectáreas de tierra. Ahora están vendiendo todo, están vendiendo lo que necesitaban para investigar…
Están también los despidos en el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica), Arsat (Servicios de Telecomunicaciones Argentinas), diferentes organismos del estado…Producto de la recesión, además, hay muchos cierres de comercios y de pequeñas y medianas empresas, con miles de despedidos en el sector privado. Entonces ese es el argumento que utilizan: están bajando la inflación a costa de una caída del consumo abrupta, porque sin trabajo hay que comprar lo mínimo, y el que tiene trabajo no puede comprar lo que compraba antes. A eso hay que sumarle el recorte en la salud pública para los jubilados. Se deja morir a mucha gente. Y luego está el recorte a las ayudas a los comedores sociales, que eran muy importantes; al gobierno se le acumulan las mercaderías sin repartir en los almacenes. Ese es el gobierno de Milei, lamentablemente.
Aquí en la Comunidad de Madrid tenemos un alto índice de trabajadores, que aunque tienen salario rozan el umbral de la pobreza. ¿Ese índice en Argentina se ha disparado?
Sí, se ha disparado la indigencia y la pobreza. El salario mínimo es muy bajo y lamentablemente se ha recortado la ayuda social. Excepto lo que fue una buena medida, una lucha de la CTA-T histórica que se dio cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de la Asignación Universal por Hijo. Fue una lucha que llevamos adelante en 2001, junto al plebiscito en el que participaron 3 millones y medio de personas, antes del estallido social, por el Seguro de Empleo y Formación, porque la desocupación era muy alta. Y eso todavía no lo han podido derogar, afortunadamente.
Ante este panorama, ¿dirías que la sociedad argentina está despertando? ¿Que Los trabajadores y trabajadoras están viendo que han cometido un error, entre comillas, votando a Milei?
Hubo una reacción muy fuerte del movimiento obrero, de la clase trabajadora y de la sociedad los primeros meses de gobierno de Milei. Hubo dos paros generales, movilizaciones masivas por la educación pública convocadas por las tres centrales sindicales, la CGT y las dos CTA. También una movilización muy grande el Primero de mayo, muy pero muy grande…
Pero el Gobierno, en el marco de alianzas entre la ultraderecha y la derecha, ha podido sacar algunas leyes, cosa que lo fortaleció y hoy están envalentonados por el triunfo de Trump en Estados Unidos, porque Milei apostaba a que ganaría Trump. Tienen la misma concepción en algunas cosas…no económica, porque Trump va a hacer todo lo contrario de lo que hace Milei en la Argentina. Lo que pasa es que no es contradictorio, porque lo que hace Milei en Argentina es complementario, suplementario de lo que necesita Trump en Estados Unidos. La primera declaración, cuando ganó Trump fue: “Señor Presidente, usted tiene la Argentina para hacer lo que quiera” O sea…”a confesión de parte, relevo de pruebas” ¿no?
La jefa del Comando Sur estadounidense ha advertido en varias oportunidades, con una actividad muy intensa en la región, que el litio, el agua, el cobre son recursos fundamentales para los Estados Unidos y que van a estar atentos. Por decreto y por necesidad de urgencia han establecido una serie de “no reglas”; o sea, que pueden venir a invertir en la Argentina llevándose los recursos naturales y no pagando impuestos, con el simple argumento de que van a generar trabajo. Esto es el extractivismo sin prácticamente beneficios para la República Argentina. Se ha descubierto que entre Bolivia, Argentina, y Chile hay muchísimo litio y se podría trabajar o promover inversiones que tienen que ver con su procesamiento, en fábricas que puedan construir las baterías y demás… No, no les interesa. Extracción pura y dura, se lo llevan fuera y prácticamente sin impuestos en la Argentina.
¿Cómo se encuentra, en esta situación, el movimiento sindical?
Después de que sacaron algunas leyes que fueron un golpe para la sociedad, de alguna manera significó un avance político para ellos. El tema del financiamiento para las universidades provocó una movilización enorme. Hubo dos movilizaciones muy grandes porque quieren recortar los recursos de la universidad. Ellos critican permanentemente la apertura de universidades en la Argentina, por parte del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner fundamentalmente. Y en esas universidades, fíjate, el 80 y 90% de alumnos son primera generación de estudiantes universitarios. Mira si valía la pena abrir esas universidades ¿no?
¿Qué ha pasado con el movimiento obrero? Las dos CTA decidimos construir un proceso de unidad. O sea, la CTA tuvo una división, allá por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, una desunión lamentable porque la CTA es muy importante con la potencialidad de estar unidas. La CTA de los trabajadores cumplía un rol muy activo en los 90, y en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. También en la resistencia contra el neoliberalismo. El proceso de unidad fue bien visto por los trabajadores. Eso es lo que hay que hacer. Con la consigna de “luchar para resistir y unidad para vencer”
Y por el otro lado está la CGT, con dos posturas dentro de la misma CGT. Están los que entienden que hay que establecer un diálogo con el Gobierno y los que creen, como nosotros, que hay que tratar de generar la mayor cantidad de movilizaciones y protestas de resistencia para que el gobierno no siga avanzando. Yo creo que tenemos que estar todos juntos. Yo soy un fervoroso militante de la unidad. De la unidad para defender los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Había un dirigente en la Argentina muy reconocido de la CGT que decía que había “compañeros de camino y compañeros de destino”, y que necesitábamos a los dos para poder cumplir con lo que se merece la clase trabajadora. En ese en ese sentido hay que seguir trabajando más allá de las posturas para poder coincidir en la acción.
«Fíjate que nunca vas a encontrar una sola crítica a una organización empresarial. Contra esos que se llevaron la plata… Milei los llama héroes»
Te escuchamos hablar de privatizaciones, de financiación de universidades, de sanidad y todo ello lo tenemos aquí muy presente. Hay una serie de similitudes entre el ataque brutal a los trabajadores en la sociedad argentina y el ataque que aquí está realizando la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Es un ataque contra las organizaciones sindicales, pero también contra el feminismo, que puede hacer avanzar en derechos. El movimiento feminista en Argentina es muy fuerte y hay un ataque frontal contra eso. Intentan destruir, deslegitimar para que la sociedad desconfíe y se ponga en contra de las organizaciones. Fíjate que nunca vas a encontrar una sola crítica a una organización empresarial. Contra esos que se llevaron la plata…Milei los llama héroes. Los que no pagan impuestos y se llevan la plata afuera. Esa es la concepción hoy en la Argentina, y el sálvese quien pueda y que cada uno resuelva su vida como la tenga que resolver.
Con la meritocracia “entre comillas”, porque muchos de esos no tienen absolutamente ningún mérito. O en todo caso, su mérito es evadir, eludir e ir por fuera de la ley y someter al otro para poder estar en mejores condiciones. Y es el sálvese quien pueda. Y si uno es pobre, bueno, Milei lo he dicho en campaña: se tiene la libertad de elegir si se es pobre o no y si no tiene para poder comer, tiene hasta la posibilidad de vender órganos, vender sus propios órganos.
Te escuchamos hablar de privatizaciones, de financiación de universidades, de sanidad y todo ello lo tenemos aquí muy presente. Hay una serie de similitudes entre el ataque brutal a los trabajadores en la sociedad argentina y el ataque que aquí está realizando la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Es un ataque contra las organizaciones sindicales, pero también contra el feminismo, que puede hacer avanzar en derechos. El movimiento feminista en Argentina es muy fuerte y hay un ataque frontal contra eso. Intentan destruir, deslegitimar para que la sociedad desconfíe y se ponga en contra de las organizaciones. Fíjate que nunca vas a encontrar una sola crítica a una organización empresarial. Contra esos que se llevaron la plata…Milei los llama héroes. Los que no pagan impuestos y se llevan la plata afuera. Esa es la concepción hoy en la Argentina, y el sálvese quien pueda y que cada uno resuelva su vida como la tenga que resolver. Con la meritocracia “entre comillas”, porque muchos de esos no tienen absolutamente ningún mérito. O en todo caso, su mérito es evadir, eludir e ir por fuera de la ley y someter al otro para poder estar en mejores condiciones. Y es el sálvese quien pueda. Y si uno es pobre, bueno, Milei lo he dicho en campaña: se tiene la libertad de elegir si se es pobre o no y si no tiene para poder comer, tiene hasta la posibilidad de vender órganos, vender sus propios órganos.
Hubo un diputado que dijo que está mal que la educación sea obligatoria porque si los padres necesitan que los chicos trabajen, tienen que ir a trabajar. Bueno, esas son las concepciones ahora; pero no es que nosotros las exacerbemos o, como le llaman ustedes, sea un bulo que construimos. No. Están ahí sus declaraciones, se les puede ver en YouTube y escuchar sus declaraciones estableciendo esa agenda terrible. Solidaridad cero. Comunidad cero. Construcción colectiva, cero. Individualismo puro y duro y sálvese quien pueda.
Justamente queríamos preguntarte por esos ataques a las mujeres que comentabas…no solo a los movimientos feministas, sino a la mujer en general. ¿Cómo ha respondido la sociedad? ¿También en el ámbito laboral se ha notado ese ataque a las mujeres?
Sí, pero es muy fuerte el movimiento feminista en Argentina y ha tenido muchos avances. Yo me digo: si hubiera sido por las mujeres, Milei no hubiera sido presidente, entre otras cosas. Se ha instalado una agenda el movimiento feminista, que más allá de los ataques furibundos que viene recibiendo, yo creo que es una agenda que ya no puede volver atrás. Lo van a intentar permanentemente, pero hay mucha más conciencia en la sociedad. Tiene respaldo. Puede ser que determinada acción sea más o menos respaldada… Pero en términos generales la conciencia que se ha generado de respeto a las mujeres, de igualdad y demás, ha sido muy importante, un gran avance en la Argentina.
Y los empresarios ¿se han envalentonado a la hora de discriminar a las mujeres en los centros de trabajo?
Los empresarios van en contra de los trabajadores en general. Te voy a contar una anécdota que me sucedió este año en la OIT. Ya saben que la OIT es una organización tripartita: trabajadores, gobiernos y empresarios. Yo e viajo dentro de la delegación representando a los trabajadores. Fuimos a almorzar y me puse a conversar con dos empresarios, de cuando se votó en la Argentina, en el marco del gobierno anterior, el impuesto a las grandes fortunas. Y les digo…” Pero ustedes, con todo lo que ganan, un 1% de la ganancia que tienen, que sea beneficio para becas, para los estudiantes, para construcción de escuelas…” Y uno de ellos me dijo: “Nunca le pidas a un depredador que entregue su presa”
¡Por un 1 por ciento! ¡Clarito!
No todos son así, claro, nosotros trabajamos con ellos, hay muchos pequeños y medianos empresarios que son gente que quiere aportar, que genera trabajo, respeto, etc. Pero la concepción del empresariado argentino es esta: “Nunca le pidas a un depredador que entregue su presa”.
Había un patrón en Argentina, hace muchos años, en la década de los 40, que siempre decía: “Lo que nunca le voy a perdonar a Perón es que “el negrito”, o sea, el trabajador, viniera, me mirara a los ojos y me reclamara un aumento de salario”. Ya no miraba para abajo. Ni pedía. Me reclamaba. Eso yo creo que sintetiza claramente el pensamiento de un sector minoritario pero muy poderoso de la sociedad.

¿Cuáles son los siguientes pasos que se tienen que dar en Argentina ahora para acabar con esta barbaridad?
Luchar para resistir y unidad para vencer. Tenemos que construir todas las condiciones necesarias para unir a las fuerzas sociales y sindicales de nuestro país y además crear un proyecto de representación política, porque no hay solución sindical sin solución política. Tiene que haber un proyecto político que pueda representar los intereses de los trabajadores y las trabajadoras. Un proyecto político popular, progresista…No nos alcanza solamente con el peronismo, tiene que ser una coalición mucho más amplia. Para crear un país con salud, educación, trabajo, producción, soberanía…Trabajar por la paz de los pueblos, contra esa agenda internacional de Milei… Argentina fue el único país de la ONU que votó en contra de una resolución sobre los derechos de los pueblos originarios. ¡El único! También el único que votó en contra de una resolución sobre la violencia contra las mujeres, y por supuesto, avala el genocidio que se está produciendo en Gaza.
En lugar de trabajar en una agenda por la paz, pedir el alto el fuego, centrarse en las cuestiones humanitarias, Milei aboga por el “guerrerismo”, como gendarme de las grandes corporaciones del mundo. Una política alineada absolutamente a la política de Estados Unidos e Israel.
Abordar esos retos es en parte lo que ha venido a hacer a Madrid, a través de este Convenio con Comisiones Obreras.
Sí, hay que abordar esos retos. Creo que la solidaridad internacional es fundamental, aprender de la experiencia de otros. Cómo han podido superar diferentes dificultades y poner en común una agenda. Y nosotros vamos a estar siempre eternamente agradecidos a Comisiones Obreras porque siempre fue una firme impulsora y defensora de la central de los trabajadores argentinos en general. Yo sé que después les costó mucho cuando nos dividimos, pero, en fin, intentamos mantener una relación no conflictiva con la otra central y siempre hemos trabajado juntos con CCOO. Se que ahora ustedes están celebrando nuestra unidad.
Para nosotros CCOO es una referencia muy importante en el sindicalismo mundial, y la idea es esa: trabajar por lo mismo, por la defensa de los derechos de los trabajadores y por un mundo mucho más justo que nos incluya a todos.




















