Toda una vida de lucha sindical
Javier Barrio / Isabel G. Cia
Otilia Gómez del Cid, Oti, así conocida por sus familiares y todos sus amigos- que son muchísimos- nació en un pequeño pueblo de Ávila, Lanzahita, en 1958. Con menos de un año enfermó de poliomielitis, como muchos niños de aquella época. Oti agradece muchísimo a sus padres que la enviasen a varios internados para niños afectados por la polio, lo que le permitió tener una educación que otros muchos no podían recibir en aquella época.
Hoy, Oti ya está jubilada, después de 47 años trabajando en CCOO de Fuenlabrada. ¡Cuarenta y siete años, se dice pronto! Ha sido la administrativa, la compañera, la amiga… la más antigua de la Comarca Sur. Sus compañeros le hicieron una fiesta sorpresa para su despedida, tras casi cinco décadas de dedicación a su trabajo, a los compañeros afiliados. A Oti, en Fuenlabrada, la adoran.
Oti, tienes que haber visto de todo aquí, en este local de Fuenlabrada…
Es muchísimo tiempo…, sí, he conocido muchas cosas. Malas ninguna. Diferentes, dependiendo de la época. Pero malas, no. Yo con la gente me llevo muy bien. Creo que soy atenta y agradable, simpática. Entré al finales del año 1977 y aquí había…pues a lo mejor 40 afiliados, o 50 como mucho. Hemos crecido mucho.
¿Cómo llegaste a trabajar aquí, en CCOO Fuenlabrada?
En 1977 me presenté a unas oposiciones al ayuntamiento de Fuenlabrada y no conseguí la plaza. Mi padre conocía a unos delegados de la construcción que le dijeron que en el sindicato buscaban chicas para la oficina. Llegó un día a casa y le dijo a mi madre “están cogiendo chicas para trabajar en la oficina en Fuenlabrada, manda a la niña, anda, que yo creo que la van a coger”. Así que vine y me cogieron. Lo mejor que me ha pasado en todos estos años ha sido entrar a trabajar aquí. Lo mejor que me ha podido pasar en mi vida, porque mi currículum es muy cortito, nada más que se compone de un renglón. Y si he durado todos estos años es porque, bien por una parte, bien por otra, nos hemos llevado perfectamente.
Ha cambiado mucho Fuenlabrada desde entonces…
Claro, Fuenlabrada ha crecido mucho. Por ejemplo, cuando yo me vine a vivir aquí era un pueblecito pequeño, igual tenía 4.000 habitantes o 5.000 y ahora somos casi 200.000.
Y el país entero, y las condiciones de vida… y de las laborales, ya ni te cuento.
Imagínate cuántos secretarios generales he conocido desde 1977. De aquella época recuerdo que estaba todo por hacer. Acabábamos de dejar atrás una dictadura y estaba todo por hacer. En las empresas no había delegados, aunque en las grandes todo era más fácil. El Salario Mínimo era… en fin, muy muy bajito. Las cosas se conseguían a base de huelgas. Hablar de Comisiones Obreras en ese tiempo era casi más aceptado por todo el mundo que ahora mismo en el presente. Ahora, según con quien hable, cuando dices Comisiones… a veces la cosa se pone tensa. Pero, en aquella época, apuntarse a un sindicato era casi obligado para conseguir cosas. Por tu propia iniciativa era difícil.
«Un momento difícil fuel el 23-F. En aquella época estaba todo en papel, no había nada guardado en los ordenadores, tuvimos que llevarnos los papeles a casa, con la orden de destruirlo todo si pasaba algo malo»
¿Cómo ha sido el trabajo durante todos estos años?
Hay veces que el público llega a nosotros y está un poco… enfadado. Porque vienen a reclamar cosas… y a lo mejor lo que venía a reclamarnos no resultaba satisfactorio para ellos. Pero bueno, nosotros siempre hemos hecho lo que había que hacer.
¿Qué ha sido lo más difícil para ti?
Bueno… Puede que por mi situación, porque no tengo las piernas bien, me hubiese gustado hacer muchas más cosas que no he podido hacer. Por ejemplo… no puedo asistir a una manifestación porque me canso. Un momento difícil fue cuando el golpe de Estado del 23 F. En aquella época estaba todo en papel, no había nada en los ordenadores y nos tuvimos que llevar papeles a casa por si ocurría alguna cosa. Esa misma noche, si pasaba algo malo, teníamos orden de destruir todo lo que nos llevábamos, había muchos datos personales. Pero afortunadamente no pasó nada.
¿Cómo ves la situación política actual?
Ahora la extrema derecha está más organizada que entonces. Veníamos de una época con esa situación, pero ahora están muy organizados. Hombre, lo tienen difícil porque Europa no es la de hace 50 años.
¿Te alegras de haber estado tantos años en CCOO?
Lo mejor ha sido la fiesta que me han hecho los compañeros por mi jubilación. Por supuesto que me alegro muchísimo de haber trabajado para CCOO. Estuve interna en dos colegios. Por mi padre, pero también por mi madre, que siempre las madres son las que se preocupan más… Mi madre siempre decía: “mi niña que vaya donde le enseñen de todo, porque yo quiero que el día de mañana se valga por sí sola y no dependa de nadie”.
Un gran consejo, Oti. ¡Feliz jubilación!



















