"Un sindicato de clase, sociopolítico y feminista, nuestras señas de identidad"
Es común describir nuestra época como una era de fragmentación en la que la gente tiende a organizarse en grupos cada vez más pequeños y volátiles, cada uno con sus propios lenguajes, aspiraciones y concepciones del mundo.
Esta realidad hace difícil cumplir con el objetivo sindical de aglutinar y organizar a la mayoría de las personas trabajadoras en sus centros de trabajo y en la sociedad, de poner en valor la importancia de lo común y la defensa conjunta de los intereses, ya sean individuales o colectivos.
Por eso hemos puesto el énfasis en desarrollar nuevas formas de comunicación y de atención a la afiliación, adaptando nuestro mensaje a un público diverso, trabajando para ganar cercanía y utilidad y establecer vínculos de afinidad entre las personas que por primera vez entran en contacto con nosotras.
Espacio de participación
Las CCOO de Madrid han de ser un espacio donde las personas trabajadoras encuentren respuestas a sus necesidades, un espacio de participación y socialización en el que referenciarse y que les lleve a dar el paso para formar parte de la primera organización social de nuestra región.
La incorporación y organización de personas trabajadoras con perfiles y trayectorias distintas es una oportunidad para el sindicato, como lo fue en su día la entrada de las mujeres en el mercado laboral y el cambio social que esto supuso, que llevó aparejada su participación en el ámbito público. Con ello también se abrió el camino hacia una organización más plural e inclusiva.
Debemos continuar fomentando la participación de personas trabajadoras con características socioculturales diversas, o de sectores y profesiones infrarrepresentadas en el sindicato, apostando especialmente por la incorporación de personas jóvenes en todos los niveles.
No basta con una presencia cuantitativa. Todas las actuaciones, propuestas y decisiones deben estar atravesadas por la pluralidad de nuestra organización.
Este proceso nos exige que sigamos utilizando nuestras estructuras estratégicamente para que sean la base sobre la que extender nuestra acción al conjunto de la clase trabajadora, creando espacios coordinados de decisión y gobernanza en nuestro seno donde, con pleno respeto a las competencias de cada uno, podamos hacer un uso más eficaz y flexible de los recursos para desarrollar nuestra actividad.
"Tenemos que saber aprovechar el altavoz que nos da nuestra presencia en los centros de trabajo y en las organizaciones territoriales"
Voluntad de integración
Hay que seguir avanzando en el despliegue de nuevas acciones de desarrollo organizativo y extensión sindical entre estructuras, desde una voluntad de integración de todas las voces del sindicato en un único proyecto.
Un proyecto que asume plenamente la tarea de vertebrar el mapa existente de espacios, plataformas y organizaciones que dinamizan la sociedad civil madrileña. Solo una organización como la nuestra tiene la capacidad de apelar a la mayoría que representamos en la sociedad, impulsando y conectando distintas luchas y haciéndolas avanzar a través del acuerdo o de la movilización.
Un proyecto fiel a nuestras señas de identidad, orgulloso de ser un sindicato de clase, sociopolítico y feminista.
Porque sigue siendo cierto que nuestro sexo determina cómo la sociedad espera que nos comportemos en el ámbito doméstico o en el profesional. Si somos mujeres se nos sigue diciendo que debemos ser calladas, obedientes, complacientes, sometidas a la tutela y a la autoridad masculina.
Somos mayoría
Las mujeres, las que no nacimos en una familia rica, las que vivimos de nuestro trabajo, somos mayoría. Nuestra fuerza nace de nuestro número, pero requiere de toda nuestra organización para avanzar.
Porque sigue siendo cierto que nuestro barrio, hoy incluso más que hace unas décadas, determina los servicios públicos a los que tenemos derecho, las oportunidades vitales a las que podemos acceder: la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, el empleo… Si no somos ricos, se nos sigue diciendo que valemos menos y que debemos conformarnos con menos.
Porque sigue siendo cierto que ser de clase trabajadora determina y limita nuestra capacidad para vivir con auténtica libertad. Trabajamos para vivir, y por ello algunos pretenden que nos pleguemos a cualquier exigencia y si no, a la calle.
Lo digo consciente del cansancio y el hastío que muchos sentimos en la Comunidad de Madrid, entre una patronal inmovilista y un Gobierno regional que lidera la derechización de la política española, cuyas políticas son demoledoras para las personas trabajadoras y que agravan
a desigualdad estructural existente. No, no existe la igualdad de oportunidades en nuestra región, porque cada día hay menos políticas públicas que beneficien a la ciudadanía en su conjunto y que contribuyan a la cohesión social.
"CCOO de Madrid ha de ser un espacio donde las personas trabajadoras encuentren respuestas a sus necesidades"
Afianzar nuestro proyecto
Tenemos que ser conscientes también de que sin la acción de nuestros delegados y delegadas en la empresa, sin la movilización de nuestra afiliación en las comarcas y en las calles, en alianza con la sociedad civil organizada, la realidad sería mucho peor de lo que es. Defendemos lo que hemos heredado de quienes nos precedieron, pero también sabemos que podemos conquistar mucho más y no vamos a renunciar a ello. Porque mañana es hoy y lo que hacemos
construye el futuro.
Tenemos que saber aprovechar el altavoz que nos da nuestra presencia en los centros de trabajo y en las organizaciones territoriales, para afianzar un proyecto que conecta las reivindicaciones en la empresa con una sociedad más justa y equitativa. El paso de lo individual a lo colectivo es el principal objetivo de toda acción sindical. Porque es este proceso de aunar esfuerzos, perspectivas y reivindicaciones diversas,
lo que nos permite transcender lo particular y el individualismo y construir organización.
Y este paso es igual de relevante en el ámbito interno, donde debemos seguir reforzando nuestra capacidad de trabajar conjuntamente, de transversalizar, de colaborar, de escuchar, de cooperar entre distintas voces, perspectivas y estructuras, desde el convencimiento de que todos y todas formamos parte de las Comisiones Obreras. ■