No pasarán
Entrevista a Mario Amorós, autor de «No pasarán. Biografía de Dolores Ibárruri, Pasionaria»
Cuando se cumple el centenario de la fundación del Partido Comunista de España, repasamos de la mano del historiador Mario Amorós la vida de quien fue su secretaria general y presidenta: Dolores Ibárruri, Pasionaria, uno de los más grandes iconos de la historia de España del siglo XX. Mañana publicamos la entrevista y hoy un avance en vídeo de la misma.
También Paloma López, secretaria general de CCOO Madrid, nos recuerda el deber de no olvidar a las mujeres y hombres comunistas y de CCOO que lucharon por la democracia, por la libertad y por los derechos de la clase obrera.
El deber de no olvidar
Paloma López, Secretaria General de CCOO de Madrid
Dos circunstancias excepcionales y relacionadas entre sí coinciden cuando se cumplen cien años del nacimiento del Partido Comunista de España (PCE). Una, que por primera vez desde la Segunda República hay hombres y mujeres comunistas sentados en el Consejo de Ministros, y otra, una incitación al odio como no se veía desde hace muchísimos años contra los partidos y sindicatos que representan y defienden los intereses de la clase trabajadora.
Por primera vez desde la II República, hombres y mujeres comunistas se sientan en el Consejo de Ministros
Es un hostigamiento in crescendo, calumnioso, premeditado y organizado desde una ultraderecha que últimamente se define como “movimiento” y que hace continua apología de la dictadura franquista. Una ultraderecha que representa a la élite que históricamente ha gozado de todo tipo de privilegios, que sigue creyendo que España es suya, a la que le molestan los impuestos con los que se financian los servicios públicos y acostumbrada a disponer de mano de obra barata, de ahí que perciba como amenaza cualquier mejora laboral para las trabajadoras y trabajadores.
«Hoy ya no somos nosotros solo, hay millones, son las Comisiones Obreras»
Y coincide el centenario del PCE con la publicación de una nueva y completa biografía de quien fue su secretaria general y presidenta, Dolores Ibárruri, Pasionaria, con el título de ¡No Pasarán! (Ediciones Akal), del historiador Mario Amorós. Desde sus primeros pasos en la actividad política, Pasionaria entendió enseguida la importancia de crear conciencia de clase para involucrar a todas las trabajadoras y trabajadores en la lucha colectiva por la libertad, la igualdad entre hombres y mujeres, la cultura, el progreso, el bienestar, la justicia social, en la lucha, en definitiva, por una patria común y no solo de un grupo social que nos impuso un rancio y patriarcal sistema de valores y creencias que todavía, a estas alturas, pretende sagrado e inamovible. Con su indiscutible talento e intuición política, Pasionaria abogó por la unidad de la izquierda y de todas las fuerzas demócratas como requisito fundamental para hacer frente al fascismo.
El hostigamiento de la ultraderecha contra la izquierda y los sindicatos va in crescendo y es calumnioso y premeditado
En algunos de sus discursos expresa la trascendencia del crecimiento de las Comisiones Obreras a finales de los años sesenta. “Hoy ya no somos nosotros solos, son millones, son las Comisiones Obreras, son los estudiantes, son los intelectuales, son los socialistas, son los republicanos, son los demócratas, e incluso los monárquicos luchan a su manera, pero luchan también contra el régimen”, manifestó en septiembre de 1968 en una reunión del Comité Central del PCE. Y qué alegría se llevó en junio de 1971 por el triunfo en las elecciones sindicales en RENFE y TVE de “estas Comisiones Obreras que son una fuerza nacional y representan el futuro sindical de España”. Tampoco se olvidaba de denunciar la feroz persecución a la que el franquismo sometía a los líderes de CCOO. En sus mítines hay frecuentes alusiones a Marcerlino Camacho, a Julián Ariza, a Manuel García ‘Otones’, a Eduardo Saborido y a todos los encausados en el Proceso 1001.
Conciencia de clase y unidad, las dos claves de Pasionaria para involucrar a la clase trabajadora en la defensa de sus intereses
Tenemos el deber de no olvidar nunca la valentía y el sacrificio de estas mujeres y hombres del PCE y de las Comisiones Obreras, de su indiscutible y generosa contribución a la recuperación de la democracia en España, tenemos el deber de aprender de su resistencia, de su esperanza y de su inquebrantable convicción de que un mundo mejor es posible. Los ideales por los que tanto batallaron siguen vigentes: la lucha por los derechos laborales y por mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, por la igualdad y contra la violencia que sufren las mujeres, y por la unidad de la izquierda contra el fascismo, por la democracia.