Su historia profesional revela que se estrenó en el mundo laboral antes de terminar la carrera, como obrera en la cadena de producción de la embotelladora Cinzano y que desde entonces no ha dejado de trabajar. Y de formarse y de pelear y levantar el puño. Contra los suelos pegajosos y los techos de cristal y de cemento, contra la brecha salarial, contra todas las desigualdades que sufren las mujeres y contra la violencia patriarcal. Pilar Morales, licenciada en Geografía e Historia, diplomada como profesora de EGB, presidenta de la Fundación Madrid Paz y Solidaridad, feminista y sindicalista, dirige desde hace veinte años la Secretaría de Mujer de CCOO de Madrid. Reclama al estado un sistema que libere a las mujeres de la responsabilidad impuesta y gratuita de los cuidados.
Entrevista: Alejandra Acosta // Fotos: Fran Lorente
P.- Pilar, te estrenaste como delegada sindical hace más de tres décadas, en 1986. ¿Cómo era ser mujer y sindicalista entonces?
R.- Cuando entré en CCOO las mujeres teníamos todo por hacer. El sindicato es una organización más de la sociedad y, como tal, no se libra de los males del patriarcado. Cuando entonces decías que eras feminista tenías que explicarlo porque había mucha confusión al respecto. Recuerdo que a los compañeros les decíamos “machistas-leninistas”. Hubo que fajarse, pero logramos cambios, primero con las cuotas, luego con la proporcionalidad y después con la paridad. Había mujeres con doble militancia, que venían del movimiento feminista, y que ejercieron una gran influencia. Todas y todos hemos tenido que aprender y seguimos aprendiendo porque la formación empodera muchísimo. CCOO ha dado un paso de gigante.
“La primera gran lucha sindical que perdió el franquismo fue la Huelgona de Asturias, en 1962, liderada por mujeres”
“Hemos avanzado en libertades y derechos, pero las desigualdades persisten en el mercado laboral”
P.- El papel de la mujer en los sindicatos y las luchas lideradas por ella no se escapan a la condena de la invisibilidad
R.- Es dificilísimo encontrar referencias sobre mujeres sindicalistas, ni siquiera en las redes sociales. Pero hay muchas y estamos recuperando su historia. Algunas eran mujeres de sindicalistas y batallaron por los derechos de la clase trabajadora con la misma implicación y valentía que sus compañeros. Desde Josefina Samper, que contribuyó a la creación del Movimiento Democrático de Mujeres, germen del actual movimiento feminista, y organizó la ayuda a los presos políticos, hasta Anita Sirgo, casada con un minero y que lideró, junto a Carmen Marrón y Tina Pérez, la resistencia de la Huelgona, en Asturias en 1962. Fue la primera gran lucha político sindical que perdió el franquismo, y tuvo repercusión internacional. Sirgo es un emblema de la lucha obrera. Las mujeres nos hemos rebelado desde el principio de la historia. Hemos sido punta de lanza de los derechos de las trabajadoras y no olvidemos que el movimiento feminista llega hasta las empresas a través de las delegadas sindicales.
P.- ¿Cuál dirías que ha sido en estos últimos años el momento de mayor avance en cuestiones de igualdad?
R.- Se produjo un empuje espectacular a nivel legislativo entre 2004 y 2008, sobre todo con la aprobación de la Ley Orgánica de Igualdad en 2007. Supuso una revolución en el mercado laboral porque reconocía que en España hay discriminación y, de paso, que las feministas no estamos locas ni nos inventamos nada. Anteriormente en los convenios había cláusulas muy bonitas de igualdad que nunca se llevaban a la práctica. Pero ahora tienen la obligación de negociar porque lo dice una ley orgánica.
P.- ¿Qué trabajo lleváis a cabo desde la Secretaría de la Mujer?
R.- Nuestro objetivo es la igualdad, tanto en las empresas entre trabajadores y trabajadoras como dentro del sindicato. Las mujeres hemos avanzado en libertades y derechos, pero las desigualdades persisten en el mercado laboral: sufrimos más desempleo, más precariedad, más jornadas reducidas, brecha salarial y nuestra presencia en los órganos directivos es minoritaria. Otra labor importante es la de informar y formar permanentemente a la organización a través de cursos, jornadas, documentos, reuniones, plenarios… Queremos que se entienda que la igualdad no es una ocurrencia de mujeres y tampoco un catálogo de permisos para madres, y que el sujeto del feminismo son las mujeres, no los gais, ni los transexuales ni los ecologistas ni los animalistas. Estas desigualdades también se abordan en el sindicato, pero desde sus áreas correspondientes.
P- La brecha salarial, uno de los muros con el que se topan las mujeres y una de las causas de que sean más pobres, es bastante habitual en las empresas a pesar de la Ley de Igualdad
R.- Para acabar con la brecha salarial no basta con decirlo. Hay que proponer medidas en los convenios y en los planes de igualdad. En el mundo laboral se establecen muchos complementos, muchas categorías y otros mecanismos para discriminar los sueldos de unas y otros. Así es muy difícil. Tenemos que ir a la raíz, que es acabar con la organización patriarcal. Las feministas no vamos contra los hombres ni contra los empresarios. Vamos contra el patriarcado, que ha organizado la sociedad a imagen y semejanza del varón, y no de cualquiera, sino del varón con poder, dinero y cómplice de la Iglesia y del capitalismo. Esa hidra de tres cabezas es la que nos tiene marginadas desde hace siglos.
“En los sueldos hay muchos complementos y categorías que dificultan acabar con la brecha salarial”
“Al estado patriarcal les salen gratis los cuidados, por eso no arbitra un sistema que libere a las mujeres”
P.- Uno de los principales escollos contra los que batalla el movimiento feminista es el de los cuidados. Sin corresponsabilidad se convierte en una encerrona de por vida para las mujeres.
R.- El patriarcado nos permite entrar en el mercado laboral porque somos muy rentables para el capital, pero no con los mismos derechos porque quieren que sigamos cuidando de la prole y del resto de la familia. De ahí que el empresariado ofrezca la mayoría de los contratos a tiempo parcial a las mujeres. Al estado patriarcal les salen gratis los cuidados y por eso no arbitra un sistema que libere a las mujeres de esa responsabilidad impuesta. Tenemos que exigirlo. Los hijos e hijas son una riqueza para toda la sociedad. Las personas que nacen en este país tienen unos derechos por el solo hecho de nacer. La Ley de Dependencia no es una ayuda para la mujer, como entienden algunos. Las personas dependientes tienen derecho a que el estado les procure cuidados.
P.- Cada vez que le feminismo da un paso importante, el patriarcado lanza una ofensiva. En España, a través de la ultraderecha que se aglutina en Vox. Que tenga representación en las instituciones es preocupante.
R.- Y tanto. Estamos en un momento de déficit democrático, de retroceso, no solo para las mujeres, también para la clase obrera y se nos está escapando. Ahora los hijos e hijas de la clase obrera no pueden pagar las matrículas universitarias ni los másteres. Ir hacia atrás en derechos tiene muchas implicaciones.
“Las personas dependientes tienen derecho a que el estado les procure cuidados”
“El patriarcado se ha dado cuenta de que el feminismo avanza en serio y nos mete vías de agua por todos lados”
P.- ¿Cómo podemos contrarrestar el discurso carpetovetónico de Vox?
R.- El discurso de la ultraderecha se contrarresta solo. Quieren derogar la ley del aborto porque no duermen pensando en los niños no nacidos, pero los que ya están aquí no les importan. No les preocupa que haya guarderías, que sus progenitores dispongan de una economía suficiente para criarlos en condiciones o que tengan acceso a una educación en igualdad. No parece que les quite el sueño que de las 300.000 personas pobres que hay en la Comunidad de Madrid la mayoría sean niños y niñas. El patriarcado se ha dado cuenta de que el feminismo avanza en serio y nos mete vías de agua por todos lados. Nos responsabilizan de la violencia sexual porque quieren que nos retiremos del espacio público, niegan la violencia machista, nos presionan con la maternidad, nos quieren utilizar como vientres de alquiler, nos sexualizan desde niñas… Hace poco fui a comprarle un bikini a mi nieta de 7 años y ya hay modelos con relleno en la parte de arriba. Es un momento delicado para el movimiento feminista, pero vamos a seguir empujando.
“Los países donde se ha regulado la prostitución han tenido que admitir que no funciona”
“Para CCOO el 8 de Marzo es ya una fecha tan importante como el 1º de Mayo”
P.- ¿Y la prostitución?
R.- Es el gran privilegio histórico de los varones. Ni siquiera se considera víctimas de violencia de género a las prostitutas que asesinan. La prostitución está ligada a la pobreza y a la explotación sexual, y hay quien mantiene que una regulación les podría proteger de los abusos y el estigma. Pero no es así. Los países donde se ha regulado han tenido que admitir que no funciona. Cuando oigo decir que la prostitución es un trabajo me pregunto ¿qué tipo de convenio colectivo hacemos? ¿Cómo definimos los puestos de trabajo? ¿Diseñamos un catálogo de los servicios que ofrecen? ¿Y qué garantías tendrían ellas?… En fin, es un negocio que mueve mucho dinero negro, como el narcotráfico, y que está ligado a la trata de personas y la explotación sexual infantil. Es un debate que tenemos pendiente de resolver.
“Tenemos que salir todas a la calle porque solas somos estupendas, pero juntas somos invencibles”
P.- Otro 8 de Marzo a la vista…
R.- Para CCOO es ya una fecha tan importante como el 1º de Mayo. Es imprescindible que salgamos a la calle porque es un día en el que reivindicamos todo lo que nos falta para conseguir la igualdad. Tenemos que salir juntas para aumentar el poder sindical porque solas somos estupendas, pero juntas somos invencibles.