Por Carmen Vidal Barbero, directora de Madrid Sindical ⇒

Como gritaba Carol ante aquel televisor en blanco y negro en “Poltergeist”, la extrema derecha ha llegado. Más bien ha vuelto materializada en VOX, aunque siempre ha estado entre nosotros refugiada electoralmente en otras fuerzas políticas. Así que no debe sorprendernos que un partido que anuncia su entrada en las instituciones democráticas con un tuit y la frase “Ya hemos pasado” sobre una imagen del Palacio de Cibeles, obtenga representación electoral en un país que siempre ha tenido una extrema derecha sociológica. El meme les ha debido parecer más sencillo que recuperar aquel cuplé de Celia Gámez: “Este Madrid es hoy de yugo y flechas, …brazos en alto, y signos de facheza,… ¡Ya hemos pasao!, decimos los facciosos”.

Lo que sí debe asombrarnos es cómo los partidos que se definen como centro derecha, y más aún aquellos que lo hacen como liberales, han corrido a sentarse en la mesa de negociación con quienes han manifestado que su única acción de gobierno es la “guerra ideológica” contra la izquierda. Se prestan todos a un juego de trileros que raya la vergüenza ajena, con pactos cruzados, acuerdos secretos, un continuo rumor de si accederán a concejalías de distrito, áreas o direcciones.

Y mientras andan viendo cómo tapan a un socio que saben vergonzoso, VOX sigue su estrategia, e incluso antes del primer pleno ya ha conseguido que se retiren de los edificios municipales las pancartas condenando la violencia de género. Porque VOX no va a meterse en la gestión del IBI, ni en los contratos de basura, ellos vienen a dar una batalla contra los derechos y libertades de una parte de la ciudadanía madrileña.

Nosotros sabemos de qué lado estamos, pero el centro derecha y liberales tendrán que explicar de qué lado están ellos.